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Invertir en co-living o residencias compartidas: ¿moda o futuro del alquiler?

El modelo de co-living ha ganado protagonismo en el mercado inmobiliario global en los últimos años. Impulsado por los cambios demográficos, el estilo de vida urbano y las nuevas formas de trabajo, este formato de vivienda compartida se presenta como una alternativa flexible y rentable tanto para usuarios como para inversionistas. Pero ¿es realmente una opción sostenible a largo plazo o solo una moda pasajera?

  1. ¿Qué es el co-living?

Co-living es un concepto de vivienda compartida en la que varias personas alquilan habitaciones individuales dentro de un inmueble, compartiendo espacios comunes como cocina, sala, lavandería y, a veces, áreas de coworking. Este modelo se enfoca en generar comunidad y ofrecer servicios integrados como limpieza, internet, mantenimiento y eventos sociales.

A diferencia de una simple vivienda compartida, el co-living está gestionado profesionalmente, con contratos individuales y una propuesta de valor que va más allá del simple ahorro: se trata de estilo de vida, practicidad y red de contactos.

  1. Por qué está en auge
  • Demanda de los nómadas digitales y jóvenes profesionales: Muchas personas buscan vivir en ciudades costosas sin pagar alquileres exorbitantes. El co-living les permite tener una habitación bien ubicada, con servicios incluidos, a un precio accesible.
  • Estilo de vida colaborativo: Este modelo responde al deseo de sociabilizar, compartir experiencias y acceder a comunidades afines.
  • Flexibilidad: Los contratos suelen ser mensuales, sin la rigidez de los alquileres tradicionales.
  • Tendencia post-pandemia: Tras el aislamiento, muchos valoran la convivencia con personas de intereses comunes.

Además, se adapta muy bien a las economías inestables, donde acceder a la vivienda propia o a un alquiler tradicional se vuelve cada vez más difícil para los jóvenes.

  1. Ventajas para los inversionistas
  • Mayor rentabilidad por metro cuadrado: Al alquilar por habitaciones, los ingresos superan lo que generaría el inmueble con un solo inquilino.
  • Reducción del riesgo de vacancia total: Aunque una habitación esté desocupada, las otras generan ingresos.
  • Modelo escalable: Es posible replicarlo en distintas ciudades o inmuebles.
  • Diversificación: Puedes tener perfiles variados de inquilinos en un mismo inmueble, lo que diversifica el riesgo de impago.

Ejemplo numérico: Una casa de 250 m² que se alquila completa por 4,000 soles (aprox. 1,050 USD) puede generar hasta 7,000 soles (1,850 USD) si se alquila por habitaciones bien equipadas y con servicios.

Además, es una estrategia efectiva en ciudades universitarias o con fuerte turismo corporativo.

  1. Riesgos y desafíos del modelo
  • Alta rotación de inquilinos: Requiere una gestión activa y constante supervisión.
  • Convivencia y conflictos: Si no hay reglas claras, pueden surgir problemas entre los residentes.
  • Adecuación del inmueble: No todas las viviendas están listas para este modelo. Requieren remodelación, aislamiento acústico, mayor número de baños, etc.
  • Cumplimiento legal: Algunas municipalidades tienen restricciones sobre alquiler por habitaciones o normas de convivencia que deben respetarse.

También es importante evaluar la carga de mantenimiento continuo y la limpieza más frecuente de áreas comunes.

  1. Perfil ideal del inmueble para co-living
  • Inmuebles amplios, de preferencia casas de más de 200 m².
  • Ubicación cercana a universidades, centros empresariales o zonas bien conectadas.
  • Posibilidad de tener baños compartidos o individuales, cocina común y zonas de descanso.
  • Zonas con oferta limitada de alquiler individual accesible.

Incluso propiedades en zonas residenciales tradicionales pueden reconvertirse, siempre que el entorno y la normativa lo permitan.

  1. ¿Qué servicios añadir para destacar?
  • WiFi de alta velocidad en toda la propiedad.
  • Limpieza semanal o quincenal.
  • Acceso a lavandería.
  • Áreas de coworking o escritorio en cada habitación.
  • Mobiliario funcional, minimalista y moderno.
  • Facturación digital y sistema de reservas online.

También se valoran espacios de encuentro, como patios, terrazas o salas comunes con juegos o biblioteca.

  1. ¿Es una moda o una tendencia sostenible?

El co-living no es una solución improvisada. Está alineado con las nuevas formas de habitar el espacio urbano, donde las personas priorizan la experiencia, el acceso y la comunidad por encima de la propiedad. Además, con el crecimiento del trabajo remoto, el número de personas que buscan vivir en distintas ciudades por periodos cortos o medios aumentará.

Proyección: En ciudades como Lima, Medellín, Ciudad de México y Santiago, ya se desarrollan proyectos de co-living estructurados, con diseño arquitectónico pensado para este modelo.

Plataformas internacionales como Outsite, Selina o Habyt ya han demostrado la viabilidad del modelo en grandes capitales. Esto permite a pequeños y medianos inversores replicar conceptos adaptados a su escala.

  1. ¿Qué debes evaluar antes de invertir?
  • Viabilidad normativa y zonificación.
  • Costos de adecuación y remodelación.
  • Demanda potencial en la zona.
  • Competencia cercana y tarifas promedio.
  • Capacidades de gestión: ¿lo administrarás tú o delegarás?
  • Posibilidad de escalar el modelo con más inmuebles.
  • Nivel de estandarización que quieres ofrecer.

El co-living no solo es una forma distinta de alquilar: es una propuesta integral que mezcla hospitalidad, diseño, comunidad y eficiencia. Invertir en este modelo exige visión, planificación y sensibilidad con las necesidades del nuevo perfil de inquilino urbano.

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