Los electrodomésticos son parte esencial de cualquier hogar o inmueble. Refrigeradoras, lavadoras, microondas, aires acondicionados y otros equipos representan una inversión importante que puede verse afectada si no reciben los cuidados necesarios. Por suerte, con hábitos simples de mantenimiento básico, es posible extender su vida útil, ahorrar en reparaciones y evitar reemplazos prematuros. En este artículo te damos las claves para lograrlo sin necesidad de grandes gastos.
- Lee siempre el manual de usuario
Aunque muchos lo ignoran, el manual contiene recomendaciones específicas de uso y mantenimiento según el modelo. Ahí se indican los ciclos de limpieza, qué productos evitar, o si el equipo necesita reposo después de largas jornadas. También especifica los errores más comunes de uso y las señales de advertencia que debes observar.
Consejo: Guarda todos los manuales en un archivo físico o digital, etiquetados por electrodoméstico. Te servirán para resolver dudas o programar mantenimientos. Si no lo tienes, la mayoría pueden descargarse desde la web del fabricante.
- Limpieza frecuente y correcta
- Refrigeradora: Limpia el polvo de las bobinas traseras al menos cada 6 meses y revisa el estado de los empaques para asegurar un buen cierre. Esto evita el sobretrabajo del compresor.
- Lavadora: Realiza un ciclo de lavado vacío con vinagre y bicarbonato cada mes para evitar acumulación de residuos, sarro y malos olores. Limpia también el filtro y el cajón del detergente.
- Microondas: Limpia el interior después de cada uso con un paño húmedo. No uses productos abrasivos ni metálicos. Para una limpieza profunda, hierve en su interior un recipiente con agua y limón.
- Aire acondicionado: Limpia o cambia los filtros una vez al mes si el uso es constante. El polvo acumulado reduce su eficiencia y fuerza al motor. También revisa que no haya obstrucción en las rejillas.
Una buena limpieza evita sobreesfuerzo de los motores, reduce el consumo eléctrico y alarga la vida útil del aparato.
- Evita sobrecargar los equipos
Sobrellenar la lavadora, usar extensiones múltiples con sobrecarga o meter alimentos muy calientes en la refrigeradora son hábitos que desgastan rápidamente los sistemas internos.
Tip: Usa los electrodomésticos según su capacidad indicada y no los fuerces para evitar recalentamientos o fallos eléctricos. En el caso de licuadoras, batidoras o aspiradoras, evita dejarlas encendidas durante largos periodos sin pausas.
- Revisa conexiones eléctricas y tomacorrientes
Muchas fallas se originan por conexiones sueltas, cables dañados o sobrecargas eléctricas. Usa estabilizadores para equipos sensibles como refrigeradoras, televisores y computadoras. También puedes usar protectores contra picos de corriente.
Recomendación: Cada 6 meses inspecciona visualmente cables y enchufes. Si notas chispas, calor excesivo o ruido, llama a un técnico.
- Ubica bien tus electrodomésticos
Evita exponerlos al sol directo, humedad extrema o ambientes sin ventilación. Esto aplica especialmente a refrigeradoras, hornos eléctricos, televisores y computadoras.
Ejemplo: Una refrigeradora pegada a la pared no disipa bien el calor y trabaja forzada. Deja al menos 10 cm de espacio posterior. También asegúrate de que los aparatos no estén junto a fuentes de calor como estufas.
- Programa mantenimientos técnicos preventivos
Algunos equipos, como aires acondicionados, calentadores de agua, refrigeradoras o incluso secadoras, deben ser revisados por técnicos al menos una vez al año para limpieza profunda, revisión de gas, ajustes o calibración de componentes.
Beneficio: Esto ayuda a detectar fallas antes de que se conviertan en reparaciones costosas. Un técnico puede identificar desgaste en componentes antes de que se dañen completamente.
- Utiliza los electrodomésticos con criterios de eficiencia energética
Desconecta los aparatos que no uses con frecuencia, evita abrir innecesariamente la refrigeradora y utiliza lavadoras o secadoras en horarios de bajo consumo si tu tarifa lo permite.
Opta siempre por equipos con etiquetas de eficiencia energética clase A o superior. Aunque son más caros al inicio, consumen menos energía y requieren menos esfuerzo para operar, lo que se traduce en mayor durabilidad.
Además de cuidar los equipos, ahorrarás en la factura de luz y contribuirás al cuidado del medio ambiente.
- Evita hacer reparaciones improvisadas
Muchas fallas se agravan por intentar arreglar sin conocimientos técnicos. Un mal cambio de repuesto puede dañar el equipo o incluso poner en riesgo la seguridad del hogar.
Solución: Si no estás seguro, acude a un servicio técnico autorizado o certificado. También verifica que usen repuestos originales o compatibles avalados por el fabricante.
- Lleva un registro de mantenimiento
Anota cuándo realizaste limpiezas, cambios de filtro, revisiones técnicas o ajustes. Esto te ayuda a planificar y mantener la disciplina en el cuidado de tus electrodomésticos. También facilita la atención técnica si presentas fallas frecuentes.
Herramienta útil: Usa una hoja de Excel, una app o incluso un cuaderno de mantenimiento para registrar las fechas y tareas por cada equipo del hogar. Puedes agruparlos por categoría: cocina, lavandería, climatización, etc.
- En caso de mudanza o traslado, protégelos bien
Muchos electrodomésticos se dañan por golpes o mala manipulación al ser trasladados. Usa empaques originales si los tienes, desinstala con cuidado (especialmente los que tienen gas) y no los enciendas de inmediato al llegar. Espera al menos 4 horas si fueron movidos horizontalmente (como refrigeradoras).