El modelo de co-living ha ganado protagonismo en el mercado inmobiliario global en los últimos años. Impulsado por los cambios demográficos, el estilo de vida urbano y las nuevas formas de trabajo, este formato de vivienda compartida se presenta como una alternativa flexible y rentable tanto para usuarios como para inversionistas. Pero ¿es realmente una opción sostenible a largo plazo o solo una moda pasajera?
- ¿Qué es el co-living?
Co-living es un concepto de vivienda compartida en la que varias personas alquilan habitaciones individuales dentro de un inmueble, compartiendo espacios comunes como cocina, sala, lavandería y, a veces, áreas de coworking. Este modelo se enfoca en generar comunidad y ofrecer servicios integrados como limpieza, internet, mantenimiento y eventos sociales.
A diferencia de una simple vivienda compartida, el co-living está gestionado profesionalmente, con contratos individuales y una propuesta de valor que va más allá del simple ahorro: se trata de estilo de vida, practicidad y red de contactos.
- Por qué está en auge
- Demanda de los nómadas digitales y jóvenes profesionales: Muchas personas buscan vivir en ciudades costosas sin pagar alquileres exorbitantes. El co-living les permite tener una habitación bien ubicada, con servicios incluidos, a un precio accesible.
- Estilo de vida colaborativo: Este modelo responde al deseo de sociabilizar, compartir experiencias y acceder a comunidades afines.
- Flexibilidad: Los contratos suelen ser mensuales, sin la rigidez de los alquileres tradicionales.
- Tendencia post-pandemia: Tras el aislamiento, muchos valoran la convivencia con personas de intereses comunes.
Además, se adapta muy bien a las economías inestables, donde acceder a la vivienda propia o a un alquiler tradicional se vuelve cada vez más difícil para los jóvenes.
- Ventajas para los inversionistas
- Mayor rentabilidad por metro cuadrado: Al alquilar por habitaciones, los ingresos superan lo que generaría el inmueble con un solo inquilino.
- Reducción del riesgo de vacancia total: Aunque una habitación esté desocupada, las otras generan ingresos.
- Modelo escalable: Es posible replicarlo en distintas ciudades o inmuebles.
- Diversificación: Puedes tener perfiles variados de inquilinos en un mismo inmueble, lo que diversifica el riesgo de impago.
Ejemplo numérico: Una casa de 250 m² que se alquila completa por 4,000 soles (aprox. 1,050 USD) puede generar hasta 7,000 soles (1,850 USD) si se alquila por habitaciones bien equipadas y con servicios.
Además, es una estrategia efectiva en ciudades universitarias o con fuerte turismo corporativo.
- Riesgos y desafíos del modelo
- Alta rotación de inquilinos: Requiere una gestión activa y constante supervisión.
- Convivencia y conflictos: Si no hay reglas claras, pueden surgir problemas entre los residentes.
- Adecuación del inmueble: No todas las viviendas están listas para este modelo. Requieren remodelación, aislamiento acústico, mayor número de baños, etc.
- Cumplimiento legal: Algunas municipalidades tienen restricciones sobre alquiler por habitaciones o normas de convivencia que deben respetarse.
También es importante evaluar la carga de mantenimiento continuo y la limpieza más frecuente de áreas comunes.
- Perfil ideal del inmueble para co-living
- Inmuebles amplios, de preferencia casas de más de 200 m².
- Ubicación cercana a universidades, centros empresariales o zonas bien conectadas.
- Posibilidad de tener baños compartidos o individuales, cocina común y zonas de descanso.
- Zonas con oferta limitada de alquiler individual accesible.
Incluso propiedades en zonas residenciales tradicionales pueden reconvertirse, siempre que el entorno y la normativa lo permitan.
- ¿Qué servicios añadir para destacar?
- WiFi de alta velocidad en toda la propiedad.
- Limpieza semanal o quincenal.
- Acceso a lavandería.
- Áreas de coworking o escritorio en cada habitación.
- Mobiliario funcional, minimalista y moderno.
- Facturación digital y sistema de reservas online.
También se valoran espacios de encuentro, como patios, terrazas o salas comunes con juegos o biblioteca.
- ¿Es una moda o una tendencia sostenible?
El co-living no es una solución improvisada. Está alineado con las nuevas formas de habitar el espacio urbano, donde las personas priorizan la experiencia, el acceso y la comunidad por encima de la propiedad. Además, con el crecimiento del trabajo remoto, el número de personas que buscan vivir en distintas ciudades por periodos cortos o medios aumentará.
Proyección: En ciudades como Lima, Medellín, Ciudad de México y Santiago, ya se desarrollan proyectos de co-living estructurados, con diseño arquitectónico pensado para este modelo.
Plataformas internacionales como Outsite, Selina o Habyt ya han demostrado la viabilidad del modelo en grandes capitales. Esto permite a pequeños y medianos inversores replicar conceptos adaptados a su escala.
- ¿Qué debes evaluar antes de invertir?
- Viabilidad normativa y zonificación.
- Costos de adecuación y remodelación.
- Demanda potencial en la zona.
- Competencia cercana y tarifas promedio.
- Capacidades de gestión: ¿lo administrarás tú o delegarás?
- Posibilidad de escalar el modelo con más inmuebles.
- Nivel de estandarización que quieres ofrecer.
El co-living no solo es una forma distinta de alquilar: es una propuesta integral que mezcla hospitalidad, diseño, comunidad y eficiencia. Invertir en este modelo exige visión, planificación y sensibilidad con las necesidades del nuevo perfil de inquilino urbano.