Invertir en bienes raíces en Latinoamérica sigue siendo una estrategia atractiva para quienes buscan rentabilidad sostenida, especialmente en mercados emergentes. La plusvalía, entendida como el aumento del valor de una propiedad con el tiempo, depende de factores como infraestructura, demanda, conectividad, seguridad y planificación urbana. En 2025, varias ciudades y zonas específicas de la región muestran señales claras de crecimiento que pueden traducirse en oportunidades de inversión a mediano y largo plazo.
- Barranco, Lima (Perú)
Este distrito sigue posicionándose como uno de los más atractivos para inversión residencial y turística. Su cercanía al mar, oferta cultural y renovación urbana (nuevos edificios, mejoras en vías y parques) ha elevado el valor del metro cuadrado de forma sostenida. Además, Barranco es un destino frecuente para visitantes nacionales y extranjeros, lo que impulsa el alquiler temporal y proyectos boutique.
Claves: turismo interno, alquiler temporal, crecimiento de oferta gastronómica y coworkings. También ha aumentado la demanda de departamentos tipo estudio o dúplex para profesionales jóvenes.
- Medellín – El Poblado y Laureles (Colombia)
Medellín ha consolidado su imagen como ciudad innovadora y segura. El Poblado sigue siendo una zona premium, pero Laureles se está posicionando como un nuevo polo con precios más accesibles y alta demanda de alquileres. La presencia de nómadas digitales y programas de incentivos a extranjeros han aumentado la presión sobre la oferta inmobiliaria.
Claves: nómadas digitales, inversiones extranjeras, infraestructura verde y movilidad urbana. La valorización también se debe a su sistema integrado de transporte (Metro, Metrocable) y espacios públicos de calidad.
- Ciudad de México – Escandón, Narvarte y Doctores (México)
Aunque tradicionalmente Polanco y Roma-Condesa han liderado en plusvalía, zonas como Escandón o Narvarte presentan una mezcla ideal de conectividad, precios competitivos y revalorización. La colonia Doctores está captando atención por proyectos de renovación urbana, vivienda vertical y reactivación comercial.
Claves: cercanía a zonas clave, estaciones de metro, desarrollo de usos mixtos y vivienda vertical. Además, las nuevas normativas de uso de suelo favorecen el crecimiento de edificios multifuncionales.
- Asunción – Villa Morra y Carmelitas (Paraguay)
Asunción está experimentando una transformación silenciosa. Las zonas de Villa Morra y Carmelitas muestran una alta concentración de desarrollos inmobiliarios, oficinas corporativas y oferta gastronómica de nivel. Además, el crecimiento del comercio electrónico ha impulsado nuevas infraestructuras logísticas y de vivienda para trabajadores del sector.
Claves: estabilidad económica relativa, baja densidad, incentivos fiscales y crecimiento en el sector terciario. Paraguay ofrece beneficios impositivos para inversiones extranjeras, lo cual mejora el retorno esperado.
- Santiago de Chile – Independencia y Ñuñoa (Chile)
Santiago continúa siendo un mercado maduro, pero comunas emergentes como Independencia o Ñuñoa están mostrando altos índices de plusvalía gracias a mejoras en transporte, crecimiento vertical y servicios modernos. El crecimiento universitario y los corredores inmobiliarios de uso mixto atraen jóvenes profesionales y estudiantes.
Claves: líneas de metro, estudiantes universitarios, reconversión de barrios y expansión de servicios públicos. Ñuñoa, en particular, ofrece buena conectividad y atractivos culturales sin los precios inflados del centro.
- Montevideo – Cordón y Parque Rodó (Uruguay)
Con políticas de vivienda atractivas y un entorno estable, Montevideo se destaca por su potencial de crecimiento en barrios céntricos como Cordón y Parque Rodó. Son zonas con alto movimiento estudiantil y cultural, ideal para alquiler a largo plazo o estancias temporales.
Claves: cercanía a universidades, incentivos a la inversión extranjera y foco en la vivienda en renta. Uruguay también mantiene políticas consistentes que facilitan la inversión extranjera directa.
- Guayaquil – Samborondón (Ecuador)
Esta zona residencial de clase media-alta y alta ha incrementado su atractivo por proyectos cerrados, infraestructura comercial y seguridad. El desarrollo vertical también empieza a ganar terreno. Samborondón combina exclusividad con accesibilidad a servicios y educación privada de primer nivel.
Claves: planificación privada, cercanía a colegios y centros comerciales, expansión de zonas seguras. Además, Guayaquil está invirtiendo en mejorar su conectividad vial, lo que mejora el acceso a estas zonas.
- Santa Cruz de la Sierra – Equipetrol (Bolivia)
Santa Cruz es una de las ciudades con mayor dinamismo económico de Bolivia. El barrio de Equipetrol concentra oficinas, residencias de alto nivel y zonas comerciales. Su plusvalía ha crecido sostenidamente durante la última década y sigue siendo un foco para desarrolladores.
Claves: inversión privada, centros financieros, alto perfil de consumo y migración interna. Además, el crecimiento de centros comerciales y torres empresariales ha potenciado la plusvalía.
Recomendaciones clave para invertir en zonas con alta plusvalía:
- Investiga la dinámica local: Las tendencias inmobiliarias no solo dependen del país, sino del comportamiento micro del distrito, barrio o comuna.
- Consulta con expertos locales: Agentes inmobiliarios y desarrolladores tienen información privilegiada sobre lanzamientos, regulaciones o cambios proyectados.
- Compara precios históricos: Evalúa cómo ha evolucionado el valor por metro cuadrado en los últimos cinco años para proyectar posibles escenarios.
- Evalúa la infraestructura futura: Proyectos como nuevas estaciones de metro, centros comerciales o universidades son fuertes impulsores de plusvalía.
- Define tu estrategia: ¿Vas a revender en corto plazo, alquilar en el largo plazo o desarrollar un proyecto? Cada objetivo requiere una zona y tipo de propiedad distinto.
- Sigue las políticas públicas: Incentivos fiscales, permisos de edificación y estabilidad jurídica marcan la diferencia entre una zona prometedora y una de alto riesgo.